El Ajolote es una salamandra con la característica poco habitual de conservar sus rasgos larvales en su vida adulta. Esta condición, que se conoce como neotenia, significa que conserva su aleta dorsal de renacuajo -que recorre casi la totalidad de su cuerpo- y sus branquias externas, que sobresalen de la parte trasera de su ancha cabeza en forma de plumas.
Esto lo lleva a que difiere de la mayoría de las salamandras en que vive permanentemente en el agua. la capacidad del ajolote para adaptarse a diferentes condiciones ambientales nos invita a reflexionar sobre nuestra propia capacidad para adaptarnos a los cambios y cuidar de la vida.
En definitiva, el ajolote nos muestra que la vida es un proceso de constante renovación, de cambio y de aprendizaje, que nos invita a confiar en nuestra propia capacidad para enfrentar los desafíos que la vida nos presenta y ante todo a valorar el agua que literalmente es fuente de vida.